Aún en 2020, la ópera prima de Pedro Almodóvar es una película que derrocha irreverencia y provocación prácticamente en cada una de sus secuencias. Pese a estar marcada por una limitación innegable en cuanto a la técnica (la edición de sonido es insufrible, por ejemplo), el director utiliza su rudimentario lenguaje para expresar con osadía…