
“The story of the negroes in America is the story of America. And it is not a pretty picture.”
James Baldwin
I am not your negro (2016) es un documental que estuvo nominado a los Óscar en 2017. Eso quiere decir para mí que solo hasta hoy vi un filme que estuve recreando desde la ignorancia por un año. Participar de ese tejido de imágenes, texto y voces que Raoul Peck diseña para nosotros en homenaje al escritor estadounidense James Baldwin fue una experiencia sobrecogedora. Es un documental que, como los buenos, te obliga a suspender el juicio para ver a través de los ojos de otro; luego, te da una merecida cachetada por tu pasividad o tu silencio o tu ignorancia o tu pusilanimidad o tu alcahuetería… con la mejilla enrojecida, después, te humedece los ojos, te pone tareas y te reta con su estética, mientras te quedas pensando si reactivar o no la esperanza en el mundo… y se acaba.
Desde el principio, nos conectamos rápidamente con las preocupaciones de varios personajes claves en la lucha por la igualdad y la no discriminación. El más abrumador e irresistible es James Baldwin, un escritor imponente, crudo y brutalmente elocuente, que nos muestra su irritación, su ira y también su desesperanza frente a una sociedad que a diario mata o tolera que maten a ‘los negros’. Otros personajes arrolladores y que cortaron mi aliento son los tres activistas de los que Baldwin quiso escribir, sus amigos o admirados ahora muertos: Medgar Evers (1925-1963), Malcolm X (1925-1965) y Martin Luther King Jr. (1929-1968). Gracias a la edición y los archivos, nos acercamos a sus discursos, sus entrevistas, sus fotografías, sus discusiones ideológicas sobre cómo hacer frente a la discriminación, sus rostros sin vida… Por último, conocemos la ironía y las preocupaciones de Peck, quien actualiza con imágenes brutales y escandalosamente recientes las heridas que deja el racismo, específicamente en la brutalidad policial.
Aunque primordialmente masculinas, estas voces encarnan la angustia del siglo XX y demandan que no entendamos el racismo como un mal menor y ya superado, sino como un sistema de costumbres que, desde la colonia, ha derivado en anulación de unos y riqueza económica para otros. La película pide que nos indignemos con cada pequeña muestra de intolerancia y segregación, y que, asimismo, cada vez que pensemos en un ‘otro’, diferente y extraño, pensemos por qué necesitamos verlo así, como inferior o como incomprensible. La discriminación es un espejo para quien discrimina, la mejor pregunta es por qué discriminamos.
Valoro del documental el esfuerzo de Peck por mostrarnos su Baldwin editado, la deprimente vigencia que tienen sus palabras, y la dura crítica a la sociedad estadounidense y a su indiferencia, su pasividad. Este trabajo nos lanza a otros documentales y películas que recrean esta complejidad. Algunos en los que pienso son: 13th (2016), The Black Panthers, Vanguard of a Revolution (2015), Selma (2014), Soundtrack for a Revolution (2009) o Mississippi Burning (1988).
Para cerrar, me parece que en tiempos tan desesperanzadores como los que se ven en los ojos de Baldwin, es mejor siempre ser radical a ser tibio, es mejor ser intolerante a la intolerancia, es mejor ‘molestar’ pacíficamente con el lenguaje y cuestionar las herencias que movilizan las palabras. Es mejor buscarle otro nombre al ‘color piel’…
Gracias, Glo.
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