Michaël Dudok de Wit es un artista holandés que se ha dedicado a crear pequeñas obras de arte cinematográfico, participando como director, animador e ilustrador. Su carrera ha estado marcada por el reconocimiento a sus cortos animados, que poseen una identidad clara por su tono narrativo, pero también por las técnicas tradicionales de ilustración que utiliza, en su mayoría con tinta y acuarela. Por ello, además de trabajar en el mundo del cine, ha hecho parte de diversas publicaciones infantiles en las que ha trabajado como ilustrador y también ha participado en el mundo de la academia como maestro de animación.
Quisiera compartir con ustedes algunos de sus cortos más represetantivos. Todos se caracterizan por la sencillez de los trazos en las ilustraciones, por la carga emocional que trasmiten y por las piezas musicales que acompañan armónicamente las imágenes. En primer lugar, está Le moine et le poisson (1994), que cuenta la historia de un monje que se obsesiona con la cacería de un pez esquivo, entrando en un frenético intento por atraparlo. De este corto resalta la hermosa sincronización de las imágenes con la obra Follia del compositor italiano Arcangelo Corelli. Este corto le valió su primera nominación al Óscar en la categoría de Mejor Corto Animado, en 1995.
Unos años después, obtuvo el premio en esta misma categoría por el corto Father and Daughter, que nos narra la melancólica historia de una niña que espera incansablemente el regreso de su padre. Personalmente, esta historia sencilla y conmovedora me parece increíble, porque con unos trazos simples permite que el observador se conecte con su propia historia, con sus propios sentimientos. Este tipo de «obritas» me hace sorprender (¡ojalá nunca deje de suceder!) del poder vital que tienen las expresiones de arte, de lo grande que nos hace a los seres humanos la capacidad de expresarnos artísticamente.
Finalmente, los dejo que su último trabajo cinematográfico: The Aroma of Tea. Es la «historia» de una pequeña esfera que deambula por diversos parajes hasta encontrar su lugar. Lo particular de este corto es la técnica: fue realizado enteramente con té.