Will es una breve historia que conmueve. La voz de un hombre angustiado que quiere dejar un último mensaje de amor paterno a su hija al sentir la muerte cerca. La pequeña niña que recuerda a su padre repitiendo una y otra vez la grabación que quedó en la contestadora y jugando con un yo-yo que él le regaló. Ella intenta rescatar la presencia de este amor perdido en los ataques al World Trade Center en New York el 11 de septiembre de 2001. El sentimiento de melancolía profunda, el dolor por la pérdida de quien se ama, el anhelo inapagable de traerlo nuevamente a la vida… es lo que resuena en el corazón triste de esta niña.

Sin duda alguna, al ver este corto se despiertan muchas cosas, pues todos hemos pasado alguna vez por situaciones similares, todos hemos querido alguna vez regresar el tiempo para tener entre los brazos a quien sabemos se ha marchado definitivamente. Como espectadores podemos sentir esto no sólo por la experiencia personal vivida, sino porque este trabajo, realizado por Eusong Lee, está hecho magistralmente para ello. La transición de imágenes del pasado y del presente hechas sutilmente, pero marcadas claramente por la diferencia entre los colores de unas y otras, nos adentran en diferentes estados de ánimo. La musicalización también ayuda al ambiente del corto, pues acompaña el sentimiento de la niña que al jugar con el yo-yo está estirando una y otra vez sus recuerdos.

Los invito, sin decir más, a ver esta animación minimalista y a encontrarse con ustedes mismos a través de él.